Entre 2 y 13 personas habrían muerto, y 9 resultaron heridas, luego de que milicianos talibanes dispararon ráfagas de fusil contra los invitados a una fiesta de matrimonio, en la que ponían música para la celebración.

El brutal episodio lo dio a conocer a través de su cuenta de twitter el exvicepresidente de Afganistán, Amrullah Saleh, quien también dijo en la denuncia: “Milicianos talibanes han masacrado a 13 personas para silenciar la música en una fiesta de bodas en Nengarhar. No podemos expresar nuestra rabia solo con la condena. Durante 25 años, Pak (por Paquistán) los entrenó para matar la cultura Afg (afgana) y reemplazarla con el fanatismo adaptado por ISI para controlar nuestro suelo”, precisó el antiguo funcionario gubernamental afgano.

Uno de los familiares de las víctimas sostuvo que milicianos talibanes abrieron fuego durante un casamiento organizado en la ciudad de Sorkhood, porque los invitados escuchaban música afgana, matando a dos personas e hiriendo a otras nueve.

Esta sería la versión oficial, la de dos muertos, pero Amrullah Saleh reitera que son 13 los caídos en la lluvia de balas contra las personas que participaban en el festejo.

Por su parte el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, afirmó en rueda de prensa en Kabul que están investigando los hechos. 

“Nadie entre las filas del Emirato Islámico (como se autodenomina el Gobierno interino talibán) tiene el derecho de evitar la música, excepto el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, y solo a través de los rezos”, se pronunció el funcionario.

Aunque el nuevo gobierno islamista aún no ha legislado al respecto, sigue considerando que escuchar música no religiosa es contrario a su visión de la ley islámica.

Los talibanes llegaron a prohibir la música cuando gobernaron el país entre 1996 y 2001, además de relegar al hogar a las mujeres con base en su estricta interpretación del islam y prohibirles trabajar o ir a la escuela, algo que por ahora no ha sucedido abiertamente.